Dicen que la vida de un erasmus es improvisar todos los días y que nos sabes exactamente qué vas a hacer ni donde vas a acabar. Efectivamente, nos levantamos el viernes y de repente nos rondo la idea de que teniamos que aprovechar el fin de semana haciendo algo productivo... por ejemplo ¿podemos ir a Berlin? así, por dar una idea.
Encendemos el ordenador para ver los horarios de los trenes y... sale una en una hora y media, sitmo frenético para hacer la maletilla de mano, darte una ducha rapida y colarte en el tranvia para ir a la estación. Llegamos con tiempo de sobra, ¡qué bien! esperamos la cola y por casualidad nos encontramos a una amiga polaca que nos va a comprar los billetes, sin complicaciones. Es nuestro turno y pedimos los billetes - I'm sorry but we are run of tickets- se nos echó a perder el fin de semana perfecto. Sin embargo, María y Mimi tenian que ir a Berlin sís o sí pues su avión salia el domingo 3 de octubre desde esta pedazo de ciudad, así que compraron un billete para Sczcecin y desde ahí irían al día siguiente a Berlin (a tan sólo 150 Km). Estamos en el anden despidiendo a los padres de Ana, que habían venido de visita, y a nuestras compis y de repente se nos ocurre comprar con 10 minutos de antelación (ya sabeis los que me conoceis que me gusta tenerlo todo siempre organizado y llegar temprano a todos sitios para no estar agobiado) un billete a Sczcecin para ver esta ciudad y despedirlas. La única que no lo compró porque no tenia ganillas de ir.
El tren, ni comparación con el que cogimos desde Torun (que era peor que tercermundista). Recordaba a las peliculas antiguas también porque era una de esos en los que se sientan 8 personas en un compartimento individual (como en el tren de la peli de Harry Potter). EL camino fue genial y cuando llegamos a Sczcecin seguía haciendo frio. Cogimos un taxi y el cabron nos timo porque nos cobro 30 Zlotys (8 euros) para llevarnos unas calles más adelante... en fin, teniamos hambre y fuimos al centro comercial a comernos una oferta del Mcdonald (siempre está ahí cuando lo necesitas) y despues empezamos la odisea de buscar sitio para dormir!! fuimos a un hostalillo pero estaba completo y la recepcionista era bastante gilipollas así que fuimos a un hotel!! si si aqui empezaron las risas pues cogimos una habitación doble y nos colamos los 4 personajillos que ibamos. Por si nos pillaban la historia que teniamos que contar al recepcionista es que iba a visitar a mi novia, que estaba alli con una amiga de erasmus y yo iba con otra amiga... el tio alli interrogandonos que porqué estabamos en Polonia con el frío que hacia y nosotros con nuestra historia montada! ajajaj la verdad que nos echamos unas risas.
Hotel conseguido!! ahora un poquito de tour a la fresca!! Sczcecin no es nada del otro mundo, para que vamos a engañarnos, pero tiene sus encantos, sobre todo cuando de repente te viene un olor a chocolate que te inunda y te lleva directo hacia su puerta!! con el frío que teníamos un lugar calentito, con sofalitos, ambiente agradable y que sólo vendía chocolate, no puede estar demasiado mal ¿no? Pues allí que nos tiramos un buen rato disfrutando de uno de los placeres de la vida (me refiero al chocolate claro). Cuando nos hartamos dimos un voltio y realmente no estuvo demasiado mal.
Sczcecin fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial y ha tenido que reponerse de ese duro palo. Hay muchos edificios y todos en reconstrucción, además la mayoría son iglesias y la verdad que son muy bonitas, no sabría muy bien que estilo ponerle (seguro que si estubiera Carmen Ca. lo sabríamos) es como un neogotico o algo así con muchas cúpulas de cobre acabadas en pico y con ladrillo visto. Pero, sin duda, lo mejor es un palacio que hay del imperio de Prusia que es impresionante.
Pero la noche no acababa ahí, había que despedir esta ciudad a lo grande y después de colarnos en el hotel de nuevo con nuestras historias y arreglarnos cogimos un taxi de nuevo (es la última moda en Polonia, sobre todo para los erasmus con buenas becas, la verdad es que son muuuy baratos). Lo bueno fue cuando el taxi nos dejó en la discoteca que le dijimos. Nos bajamos y vemos que no había nada, sólo un edificio cayendose a cachos, sin ventanas y con música muy alta de fondo. Subimos las escaleras que crugian como queriendo partirse y entramos en el sitio, cagados de miedo porque aquello parecía un lupanar con dos maromos polacos tipicos, rapados y petados. Sin embargo, el sitio estaba muy bien, aunque siempre hay un pero, y es que había una fiesta privada y no nos dejaron entrar... así que empezamos a andar siguiendo a unos gyris a los que les preguntamos y fuimos a otro sitio.
Visita fugaz y afecaz a esta ciudad, que nos ha hecho valorar, y mucho, la suerte que estamos teniendo en el erasmus y lo afortunados que somos de ser poznianos de bien.
Fiera... la próxima ve, antes de largarte de Erasmus, unas clasecitas de arte, ehh??
ResponderEliminarajajajaja no vendrían mal
ResponderEliminarsiii que teneis mucha suerte de Poznan y yo mucha envidia de vosotros ¬¬
ResponderEliminarse os echa de menos chocolat boy XDD